Guest Post: ESTRECHO 2014 – desde donde yo lo ví

El 18 de abril 2014, cuatro nadadores de Barcelona (y de Marnaton) – Gabriel Navarro, Fernando Sanahuja, Alex Gorina y David Galceran – salieron nadando desde Tarifa hacia la costa de Marruecos para cumplir su sueño de cruzar el estrecho de Gibraltar. Felicidades a los cuatro y gracias David por tu crónica que nos permite vivir y disfrutar de cerca los detalles de esta gran aventura.

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Ahora lo entiendo. El lugar, la espera, lo inhóspito, la magia, el Estrecho.

No pudo  ser este martes, tras 1500Km escapando de la ciudad por un sueño que tuvimos al encontrarnos muchos en Marnaton y al que pusimos fecha en 2013. No pudo ser porque aquí sólo manda él, la mar, el mar  lo que nos nubla la razón y nos sumerge una y otra vez en ella. Martes con niebla,  espera tensa y se nos apaga la esperanza de que uno de nosotros, Alberto, el más fuerte,  no podrá cruzar. Las autoridades han estrechado el cerco a la ACNEG y a cualquier lugar fuera de la normativa vigente.

Después sabremos que esta fuerza de Alberto, al mando junto a Laia en los avituallamientos y Ana que retransmitirá toda la prueba en directo, será definitiva y sus vamos vamos, cuando rayamos velocidades que no esperamos, resuenan y empujan como tantos entrenos de Rafa y Campá en nuestras mentes.

Te oíamos Alberto, alto y claro desde el 1 hasta el Km final.

Miércoles, Levante fuerza 5 y jueves, presagian lo peor, sólo 1 nadador, inglés, ha cruzado este abril,  otros han vuelto a casa sin siquiera intentarlo. El Estrecho manda.

Jueves noche recibimos la llamada, ‘mañana a las 11 en el puerto’. Se va a intentar.

En el desayuno a las 8am, en el coche, pocos  hablamos, ‘tiene que ser hoy’,  no hay vuelta atrás.

En el puerto, niebla, algo de frío pero visibilidad suficiente para salir.

Rafa, presidente de la ACNEG nos apremia, ‘va va, hay que salir ya, no sabemos cómo puede cambiar esto ahí en medio‘.  Esa es la clave, ‘ahí en medio’. Es lo que  temo cuando en el cruce no me oriento, las brumas estan cerca, no se ve ninguna costa  y me veo en medio de la nada o de todos los mares.

Subimos en la embarcación del patrón hacia la salida; nos  apoyamos; Alex, el primero que nos citó a todos hace meses y nos dijo, ‘vamos a hacer esto, te vienes?’, Gabriel que padece por su hermano que no nada pero que tomará las riendas en el agua, Fernando, dispuesto a lo que haga falta y yo mismo, que lo veo desde atrás con los pensamientos  de todos en mi mente.

Salto el primero al agua y nadamos a  la roca que me ha indicado el viejo Patrón, Antonio, un grande del mar. Cogido como puedo a un saliente de roca, la corriente asusta, todo mi cuerpo está ladeado y si me suelto, literalmente me voy metros de la posición en la que estoy. Tensión en nuestras caras.. como esto sea así todo, no vemos cómo salir de ello.

Silbato y salimos, la formación pensada de salida con Alex y yo al frente no es posible y Gabi suelta ‘Vamos Galceran y yo, venga!!’  y salimos a todo, para sacarnos los nervios de días sin tocar agua, para huir de la corriente costera  y en nada, en el primer Km empezamos a  ver que lo conseguimos, el agua se calma y empezamos a coger ritmo. Ahora toca calentar, pero ya en el Km2 Sanah no puede, está desatado y se cuela entre Gabi y yo. Lo veo y me dejo caer para quedarme con Alex. Ya estamos 2 + 2 y tenemos pensado parar a los 45′.

Tiramos, tiramos, veo los parciales y me pregunto, otra vez no!, así no llegamos ni al segundo avituallamiento pero no hay nadie que afloje, Gabi y Sanah van a un ritmo cómodo, Alex y yo algo más apurados pero no nos alejamos ni un metro.

La mar se mueve pero deslizamos bien y enseguida la primera gran sombra debajo de nosotros. Hemos visto muchos peces a la salida pero ésta que vemos Sanah y yo nos dice donde estamos y quien reina ahí abajo.

A los 45′ nadie para, Alberto ha decidido estirarnos 10min más que cuestan en nuestras mentes pero sus ‘vamos, vamos’ nos callan a todos.

Primer avituallamiento, Laia con mucha precisión reparte bebida y algo de comida para quien la pide.. Bebemos y comemos pero se hace rápido muy rápido, no hace sol, el mar esta negro y gris y estamos a 5Km de la salida ya en medio de la nada.

Salimos de nuevo y nos ponemos Alex y yo a tirar. Sonreimos, ya estamos donde queríamos, nadando y nada más. En unos minutos me veo a Gabi y Sanah que se nos ponen en paralelo y nos vemos los 4 al mismo ritmo, como jinetes, por unos instantes. Indescriptible compartir la fuerza de 4 en medio del Estrecho, en tierra de nadie, cuando sale el sol, tímidamente.

Este tramo se hace más rápido que el anterior, ya hemos calentado, las sensaciones son buenas pero llevamos casi 8Km y nadie afloja..

Suenan los 11Km en mi crono y se empiezan a notar los ritmos y aunque el mar nos está respetando ya hay algo de oleaje  y parece que volvemos a virar siguiendo la barca del patron.

El segundo avituallamiento cae  como un baño de agua caliente. Yo tengo algo de frío, no lo notan los demás pero me acostumbro y me olvido, no es para preocuparse, y cuando sale el sol respiro. El mar se vuelve azul, azul como en los cuentos de marinos, la profundidad se despierta y afloran muchas sensaciones..

Cuando llevamos casi 13Km las olas son cada vez mas grandes, algunas nos empujan y nos parten en dos, en otras, entra mucha agua.. Ola sí, ola no, voy perdiendo la vista de la embarcación que nos guía, el mar ya no es nuestro.

Es la tercera vez que la veo, pero ahora sí la distingo, viene hacia mí, sin esfuerzo, tiene cara de rape y cuerpo de serpiente, parece una morena o anguila grande de metro y medio. Un momento, en otro planeta.  En otros tramos todos hemos visto peces con cabezas plateadas, otras sombras, y luego veremos desde el fondo algo rojo que van subiendo a cientos..  son cangrejos!  Aquí, no estamos solos nunca.

En el sónar hay muchas marcas de peces grandes por debajo nuestro, nos lo comentan después, pero se siente grande la vida, en la profundidad. La entrada y la salida de dos mundos que se empujan entre costas.

Desde la Zodiac distinguen unos Delfines Calderones pero no los vemos, estamos sumergidos en nuestras brazadas.

Lo que se sienten son los castillos de hierro, enormes buques de cascos de 400Mts de eslora  que aparecen como fantasmas y que desaparecen a 30nudos..   sin el patrón del cruce al mando de la radio, estar aquí en medio se me antojaría una locura.

Volvemos a virar y Alberto adelanta 3 minutos el avituallamiento,  el tercero. Aquí las caras y las necesidades son muchas, beber, comer, beber, sobre los 3Min, el avituallamiento más largo.

Al salir avistamos la costa marroquí, una sonrisa,  pero recuerdo a CH, que abrió el camino diciéndome, ‘cuando veas las grúas del puerto, estarás todavía lejos..’  y a Campá ‘los utimos 5km tocará apretar los dientes’  y por ahí nos entra la marejada por varios costados, corrientes, y la costa que no se acerca.

Gabi, incansable desde hace Km, volviéndose una vez más para reagruparnos, yo que le grito, aún quedarán 5/8Km a este ritmo y me contesta, ‘no lo ves david, ya está ya lo tenemos, vamos!!!  y salimos de nuevo tras su pies y los de Sanah que tampoco parece acusar el esfuerzo de los últimos 14/15Km..

Vamos en dirección hacia la playa, eso nos parece  y el patrón y la Zodiac van haciendo bordos hasta unos 30 min más tarde donde no parece que avancemos y donde nos avituallamos por última vez, ahí hay gritos, prisa, ‘va va, ni un minuto venga, venga aquí no podemos pararnos, id hacia donde esta el patrón que la corriente nos lleva y no tocamos..‘  Punta Cíes estaba cerca y en nada,  ya es imposible.

Vamos todos a tope, como podemos, hacia Punta Almansa, levanto la cabeza para situarme, y distingo la arena de la playa, sombrillas,  costa, costa, va que llegamos!

El patrón se para y oimos a la Zodiac  ‘ahora conmigo, veis esas rocas, hacia allí..  va  va!‘ cogemos la bandera de Marnaton y nadamos con fuerza. Gabi nos recoje a todos vamos! vamos!..

Seguimos ya solos, sin patrón, sin Zodiac en nuestro mar, hacia donde quiere que lleguemos este pequeño sueño del Mediterráneo.  Tocamos la roca, subimos por ella, las olas nos tiran varias veces, Alex arriba nos llama, ‘hemos de subir todos va, va’ y lo conseguimos, la alegría se desata, 17.410Km  3.40H. Llegar a Marruecos desde la nada es indescriptible. La batalla es de cada uno pero la victoria es de todos.

El viaje de vuelta, 1 hora de pantocazos a  sólo 6 nudos con un mar rizado, que invita a abandonarlo, y se mueve como uno sólo, nos enseña lo que hemos trazado. Una fina línea humana en medio de tanta vida.   In Shallah

20 abril 2014
david galceran



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